¿Cómo disfrutar del queso en verano? El verano es una de nuestras épocas favoritas del año; no solo por el clima, sino por las innumerables oportunidades de maridaje de quesos con productos frescos de temporada.
El verano es el momento perfecto para aprovechar las delicias locales de temporada que encontramos en el mercado o incluso que hemos cultivado nosotros mismos. ¿Qué hay de temporada durante el verano? Bueno, casi todo lo que puedas imaginar.
Los productos frescos, dulces o salados, siempre combinan bien con el queso. Puedes hacer grandes combinaciones este verano para tablas de quesos con melocotones, cerezas, fresas o tomates. ¡Sé creativo con el emplatado!
El verano es la excusa ideal para darle un poco de color a tu plato.
Los tomates y las fresas de color carmesí, o las hierbas de color verde brillante como la albahaca o el romero pueden darle vida al plato. Usa frutas, verduras y nueces para llenar los espacios entre los quesos y generar una sensación de abundancia.
Mantén tu queso lejos del calor.
El queso se disfruta mejor a temperatura de 4 a 12 grados, así que si planeas disfrutar de una tabla de quesos al aire libre, asegúrate de mantenerlo fresco hasta justo antes del festín.
El queso que se calienta demasiado puede comenzar a “sudar” o derretirse. La sudoración es cuando las grasas se separan de los sólidos, apareciendo como pequeñas gotas de humedad en la superficie. ¡No te preocupes, esto no significa que tu queso se haya echado a perder! Simplemente no es deseable, ya que puede afectar negativamente el sabor y la textura del queso.
Una forma de ayudar a controlar la temperatura es servir el queso en una losa de mármol. No solo se verá elegante, sino que la temperatura naturalmente fría del mármol también ayudará a mantener frescos tus preciados quesos.
Y hasta aquí nuestros consejos. ¡A disfrutar del queso!